Ejecutivos con MBA se recolocan solo un par de semanas antes que quienes no cuentan con ese grado

04 Apr 2017

María de los Ángeles Pattillo
Capital Humano – El Mercurio
lunes, 03 de abril de 2017

 

A pesar de contar con mejores redes de contacto y una visión más global de la empresa, los tiempos para encontrar un nuevo empleo son muy similares. Eso sí, quienes cursaron este posgrado tienden a obtener de forma más habitual mayores sueldos en su nuevo puesto que en su posición anterior.

 

Desde al menos 2010 que se repite la tendencia: los profesionales que acceden a programas de recolocación o outplacement encuentran una nueva posición un poco antes si es que cuentan con MBA. Así se desprende de los datos de dos de las principales firmas de reinserción laboral del país, People & Partners (P&P) y Lee Hecht Harrison (LHH). Durante 2016, por ejemplo, quienes disponen de este grado académico volvieron a emplearse en 4,8 meses promedio, mientras que entre quienes no lo tienen el tiempo para encontrar un nuevo puesto subió a 5,1 meses, es decir, menos de diez días de diferencia entre ambos casos. Una brecha que se ha dado en los últimos siete años, llegando incluso en algunos períodos a ser la misma cantidad de meses (ver infografía).

Danilo Rojic, gerente general de P&P, destaca que si bien la ventaja es leve, se mantiene en el tiempo. A su juicio, este fenómeno se sustenta en que los ejecutivos con MBA tienen una visión más global de los distintos negocios: «Tienen una mayor capacidad de entender el mercado y el trabajo de las distintas áreas de la empresa, lo que les permite tomar decisiones más estratégicas», señala.

Esta mirada más amplia que entregan dichos posgrados también incidiría en el número de alternativas con las que calza el perfil de los profesionales, agrega Germán Echecopar, director del programa MBA de la Facultad de Economía y Empresa de la UDP. «Quienes no tienen esta formación se tienden a especializar en un área, por lo que acceden a un mercado más pequeño de oportunidades laborales, mientras que con un MBA se dispone de un set de habilidades que hace que la persona sea más flexible y se pueda acomodar a más alternativas», comenta.

Por otra parte, las mejores redes de contacto también inciden en su recolocación, destaca Carolina Riquelme, gerenta general de LHH. «En este tipo de programas se crean lazos durante la estadía académica, lo que permite ampliar y generar nuevas conexiones a más oportunidades laborales. El MBA aumenta la empleabilidad».

A pesar de todos estos atributos, Echecopar explica que los meses para encontrar un empleo no son tan distintos entre quienes tienen o no el grado académico debido a las expectativas salariales: «Los tiempos de recolocación se corrigen por los sueldos, ya que la empresa internaliza que las personas con MBA tienen capacidades que valen más y les asignan un valor más alto».

Según datos de LHH, desde al menos 2010 que es mayor el porcentaje de gente con MBA que consigue un mejor sueldo en su nuevo puesto respecto de su posición anterior. En 2016, por ejemplo, si el 14% de los profesionales con el grado académico presentó esta condición, entre los que no lo tenían, la cifra baja a 10%.

 

Aumenta el número de ejecutivos con MBA en outplacement

En los últimos años se ha visto un aumento en el número de ejecutivos con MBA y en promedio representan el 53% de quienes acceden a estos programas de reinserción laboral. Si en 2010 el 40% de los profesionales que participaban en los programas de outplacement de P&P contaba con el posgrado, en 2016 el número llega al 50%. En tanto, en LHH el incremento fue de 41% a 55% en ese mismo lapso de tiempo. Riquelme cree que a futuro la cantidad de gente con esos estudios debiera estabilizarse en torno a la mitad de los ejecutivos que participan en programas de reinserción.

Sobre el momento ideal para hacer un MBA, no hay una única mirada. Los dos altos ejecutivos de los programas de outplacement creen que no es recomendable hacerlo recién egresado del pregrado. Eduardo Zamora, gerente general de Pleasant Work y profesor de empleabilidad del MBA de la Universidad de Chile, tiene la misma noción: «Cuando más trayectoria se tiene, más se puede aportar, más preguntas hay por hacer y los casos que se revisan se pueden estudiar mejor con base en la experiencia».

En la UAI lo que han hecho es diferenciar los contenidos según la edad de sus alumnos. «El programa para personas de 27 años es totalmente distinto al entrenamiento que se da a quienes tienen 35 años o sobre 45 años», explica Ariel Casarín, director de programas MBA de la Escuela de Negocios UAI. En este último segmento, donde hay gente con más de 20 años de experiencia, el experto aclara que no se entrega tanto contenido de finanzas o logística, sino que hay una mirada más reflexiva, que busca desarrollar habilidades personales para dirigir mejor una organización.

Daniela Barrio, del centro de vinculación laboral de posgrados de la Facultad de Economía y Administración UC, cree que en la medida que se alcanzan posiciones más altas, mayor importancia adquiere contar con un MBA: «Hacer uno de estos programas permite estar más preparado y en una plataforma competitiva más óptima».

De todas formas, independiente del público objetivo, Casarín estima que los posgrados debieran tender a especializarse: «Va a haber más programas relacionados con innovación y emprendimiento, tecnología y salud, entre otros», concluye.

 

MBA en el extranjero es un diferenciador

«Las posiciones directivas de alto nivel privilegian programas internacionales con prestigio», señala Carolina Riquelme, gerenta general de LHH. A su juicio, un MBA en el extranjero es un diferenciador mucho más potente que otro nacional a la hora de encontrar trabajo. Según explica, fuera del país es posible adquirir mejores vivencias prácticas, ya que los candidatos interactúan con empresas de primera línea. En ese sentido, Riquelme cree que una debilidad de los MBA nacionales es que no hay un equilibrio entre la entrega de contenidos teóricos con la práctica. «Gran parte de los casos analizados en aula provienen de empresas foráneas, de EE.UU. principalmente. A nivel local, los casos de estudio son casi nulos y siempre se relacionan en la gran empresa», dice. 

Para Danilo Rojic, gerente general de P&P, otra ventaja de quienes estudian en el extranjero es su capacidad de adaptación y nivel de ingles. Eso sí, Ariel Casarín, director de programas MBA de la Escuela de Negocios UAI, advierte que los establecimientos en EE.UU. tienen más prestigio que sus pares europeos.

 

Ver publicación original con cifras – link y imagen