Alvaro Araya

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Vince Molinaro: Líderes actuales en la encrucijada

28 Jun 2017

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27 Jun 2017

Cómo establecer liderazgo en los primeros 90 días

20 Jun 2017

Gut Check: ¿Puedes evitar la espiral descendiente?

15 Jun 2017

Estudio: Competencias necesarias de liderazgo en los distintos niveles de gerencias

01 Jun 2017

Cifras de desempleo (INE) y recolocación (LHH)

01 Jun 2017

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4 razones por las que tu Talento Disruptivo fracasará y qué hacer al respecto

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Estudio: ¿Cómo impacta el accountability de los líderes en las empresas?

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24 May 2017

LHH Trends: Talento Disruptivo en las Empresas

Vince Molinaro: Líderes actuales en la encrucijada

05 Jul 2017

Un estudio realizado por LHH en las principales compañías del mundo revela que sólo el 31% de ellas se encuentra conforme con el accountability de sus líderes pese a que el 72% considera este aspecto como clave en su estrategia de negocios.

 

 El Ph.D., Global Managing Director y Leadership Transforation Practice de LHH, Vince Molinaro, entrega las claves para comprender este concepto.

En su libro The Leadership Contract, best seller del prestigioso periódico New York Times, Vince Molinaro responde a la pregunta ¿qué significa ser líder en un mundo complejo como el actual?, atribuyéndole a ese rol el único camino fiable para construir una organización que pueda sobrevivir a los actuales escenarios de cambio, donde la sostenibilidad del éxito de las empresas se pone a prueba cada año.

A su juicio, en la actualidad muchas empresas observan cómo sus líderes no ejercen su rol de manera efectiva porque carecen de accountability. Este concepto es vital en el trabajo de Molinaro, ya que según la investigación global realizada recientemente por LHH sólo el 27% de las organizaciones tiene una cultura fuerte de liderazgo y un 48% de los líderes son considerados como responsables (accountable).

En paralelo, las organizaciones deben enfrentar a diario numerosos escenarios de cambio. El registro de un pasajero bajado de forma violenta de un avión de Delta Airlines se viralizó a nivel mundial y generó una crisis en la reputación de la compañía. Rápidamente la aerolínea debió hacer público un paquete de medidas que incluía, entre otros aspectos, elevar la compensación de US1.350 por asiento sobrevendido a $US10.000.

En estas decisiones rápidas, ágiles y estratégicas, las empresas se juegan constantemente sus resultados de mediano plazo y sin líderes que puedan navegar en este tipo de aguas agitadas, la incertidumbre adquiere un rol predominante en el destino de una organización.

 

El contrato de liderazgo

Para dar cuenta de esta realidad Vince Molinaro propone un contrato inicial de liderazgo, indicando cuatro elementos cruciales:

1) El liderazgo es  una decisión: llévala a cabo.

2) El liderazgo es una obligación: empodérate.

3) El liderazgo es una comunidad: conéctate y

4) El liderazgo es un trabajo duro: ponte a la altura.

 

Finalmente, en su best seller Molinaro también detalla las razones por las cuales un líder debe desarrollar su accountability en las empresas:

  1. Alinear y comprometer. Necesitas entender la estrategia de tu empresa y ver qué rol juegas en su ejecución. Debes alinear y comprometer a los empleados para que puedan desplegar eficazmente la estrategia de manera que entreguen valor a clientes, accionistas y la sociedad.
  2. Mirar en perspectiva la totalidad de la empresa. Tendrás que colaborar entre los silos de la organización y hacer lo que es correcto para los clientes y el resto de los grupos de interés. Todos los líderes en su organización deben compartir esta mentalidad de una sola compañía.
  3. Construir relaciones. En nuestras interconectadas e interdependientes relaciones mundiales, este elemento importa más que nunca. Debes invertir tiempo en conocer a los stakeholders y construir con ellos una relación basada en la confianza y la transparencia.
  4. Incertidumbre del cambio. El entorno empresarial hoy posee una gran cantidad de situaciones y riesgos desafiantes. Se necesitan líderes para crear un enfoque que ayude a los empleados a lidiar con la ambigüedad y el estrés que ella trae.
  5. Desarrollar otros líderes. Debes dejar un legado de liderazgo fuerte dentro de tu organización que vaya más allá de ti. Se trata de hacer líderes potentes para que puedan hacer tu organización más fuerte.
  6. Modelar los valores. No puedes enfocarte de manera excluyente en tu propia agenda personal o las metas de tu equipo. La visión, los valores y las metas de la organización triunfan sobre el egoísmo. Esto significa equilibrar una fuerte confianza con la humildad. Necesitas fijar una vara alta porque la mediocridad en el liderazgo no es aceptable. Nunca lo fue.

Para conocer más sobre como desarrollar líderes con accountability en su organización, contáctanos

 

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Transiciones de Liderazgo: Los seis errores que ninguna organización debería permitir

09 Oct 2025

Las transiciones de liderazgo representan uno de los momentos más críticos en el ciclo de vida de una organización. Cuando se gestionan de manera adecuada, aseguran estabilidad, fortalecen la confianza y generan impulso hacia el futuro. Pero una gestión inadecuada puede dejar profundas cicatrices en el desempeño, la cultura y la reputación organizacional.

Sin embargo, a pesar de lo que está en juego, solo el 21% de las organizaciones tienen un plan de sucesión formal. Eso significa que casi el 80% de las empresas se acercan a las transiciones de liderazgo de manera reactiva, esperando lo mejor en lugar de prepararse para lo inevitable.

La marea creciente de transiciones

El desafío solo está creciendo. Con 10,000 Baby Boomers que se retiran todos los días, el volumen de transiciones de liderazgo se está acelerando. Al mismo tiempo, las organizaciones están navegando por turbulencias en la cima:

  • El 33% de los líderes nuevos en el rol carecen de confianza en su capacidad para tener éxito.
  • El 43% de los ejecutivos experimentó la rotación de más de la mitad de su equipo de liderazgo en el último año.
  • El 56% de los líderes reportan burnout, especialmente entre la Generación X y los Millennials.
  • El 31% de los líderes sénior no confían en que su equipo de liderazgo se desempeñe en los primeros 12 meses

En este contexto, es fundamental evitar errores en las transiciones de liderazgo.

Seis errores comunes (y cómo evitarlos)

#1: Subestimar el impacto en los compañeros

Cuando un líder senior se va, no se puede subestimar el efecto dominó en sus compañeros. Estos ejecutivos han generado confianza, colaboración y, a veces, incluso lealtad personal a lo largo de los años. Una salida desorganizada o polémica, especialmente si el líder se siente expulsado o tratado injustamente, puede generar miedo y resentimiento en todo el equipo de liderazgo.

Solución: Las organizaciones deben reconocer que las transiciones de liderazgo no se tratan solo de la partida individual, sino también de la estabilidad de los que se quedan. La comunicación transparente, la desvinculación digna y el trato justo preservan la confianza de los compañeros y minimizan el riesgo de salidas en cascada.

#2: Pasar por alto los riesgos comerciales

Las salidas de liderazgo son eventos públicos. Las partes interesadas (colaboradores, clientes, inversores e incluso los medios de comunicación) examinan cómo se gestionan. Una transición confusa puede dañar la reputación de la marca, debilitar las fuentes de talento y alterar la moral del equipo.

Solución: Tratar las transiciones de liderazgo como riesgos empresariales. Comunique primero los cambios de liderazgo internamente, si es posible, teniendo en cuenta la sensibilidad del mercado. Desarrolle planes de comunicación claros para tranquilizar a las partes interesadas, proteger la marca del empleador y estabilizar las operaciones. Al gestionar de manera proactiva las narrativas internas y externas, las organizaciones pueden convertir una crisis potencial en una demostración de fortaleza.

#3: No establecer un equipo de transición

Con demasiada frecuencia, las transiciones de liderazgo se dejan en manos de RRHH o de la junta directiva sin una estructura clara. Pero estos eventos son demasiado importantes para manejarlos ad hoc. Sin un equipo dedicado y una agenda, la ambigüedad y la confusión se apoderan de él, alimentando el estrés y ralentizando el impulso.

Solución: Establecer un equipo de transición multifuncional responsable de garantizar una transición ordenada. Esto debe incluir la planificación de la sucesión, la transferencia de conocimientos, las comunicaciones y la incorporación. La contratación de asesores externos puede proporcionar objetividad y ayudar a aliviar las tensiones en ambos lados de la transición.

#4: Ofrecer servicios de recolocación estándar

Los ejecutivos no son como otros colaboradores cuando se trata de transiciones profesionales. Sus opciones son más amplias (junta directiva, capital de riesgo, espíritu empresarial, carreras de portafolio) y hay más en juego. Los programas de recolocación estándar simplemente no abordan esta complejidad.

Solución: Proporcionar a los líderes sénior un apoyo de transición personalizado adaptado a su experiencia, redes y objetivos. Hacerlo no solo honra sus contribuciones, sino que también los posiciona como posibles embajadores de la marca y aliados a largo plazo.

#5: No mantener discusiones de sucesión

La planificación de la sucesión a menudo se siente tabú. Los ejecutivos pueden interpretarlo como una falta de confianza en su desempeño o resistirse a la conversación por completo. Pero evitar el problema deja a las organizaciones expuestas y sin preparación.

Esta reticencia es especialmente problemática dado que el 56% de los líderes, particularmente la Generación X y los Millennials, informan burnout. Sin una planificación proactiva, las salidas repentinas debido al estrés o la falta de compromiso pueden sorprender a la organización.

Solución: Normalizar las discusiones de sucesión como parte del desarrollo del liderazgo, no como una conversación al final de la carrera. Proporcionar a los líderes sénior recursos de asesoría y planificación de carrera que hagan que estas discusiones sean constructivas en lugar de amenazantes.

#6: Perder el valor de la influencia

Los líderes salientes tienen una inmensa influencia, no solo internamente, sino también externamente con clientes, analistas, proveedores y medios de comunicación. Un mal manejo de su salida corre el riesgo de perder esta buena voluntad.

De hecho, muchos líderes no se «retiran» realmente. Nuestra investigación muestra que el 56% de los ejecutivos de la generación baby boomers planean iniciar un negocio o asumir un nuevo rol fuera de su empresa dentro de tres años. Sin una transición positiva, las organizaciones corren el riesgo de convertir a los ex ejecutivos en competidores en lugar de defensores.

Solución: Replantear las salidas como oportunidades para extender las relaciones. Involucrar a los líderes salientes como asesores, mentores o embajadores, asegurando que su influencia externa continúe fortaleciendo la marca.

Convertir el riesgo en impulso

Las transiciones de liderazgo no tienen por qué ser momentos de disrupción. De hecho, cuando se manejan estratégicamente, pueden convertirse en oportunidades de crecimiento. Las organizaciones que las gestionan bien:

  • Capturan el conocimiento institucional antes de que salga por la puerta.
  • Fortalecen la continuidad y la cultura durante el cambio.
  • Preparan a los nuevos líderes con contexto, asesoría y confianza.
  • Posicionan a los líderes salientes como embajadores y mentores

Como dijo John Morgan, President of Career Transition, Career Mobility and Leadership Development & Coaching de LHH: «No se trata simplemente de reemplazar a alguien, sino de transferir el criterio, mantener el contexto estratégico y garantizar una continuidad de liderazgo sólida y confiable«.

Transiciones de Liderazgo: Los seis errores que ninguna organización debería permitir

09 Oct 2025

Las transiciones de liderazgo representan uno de los momentos más críticos en el ciclo de vida de una organización. Cuando se gestionan de manera adecuada, aseguran estabilidad, fortalecen la confianza y generan impulso hacia el futuro. Pero una gestión inadecuada puede dejar profundas cicatrices en el desempeño, la cultura y la reputación organizacional.

Sin embargo, a pesar de lo que está en juego, solo el 21% de las organizaciones tienen un plan de sucesión formal. Eso significa que casi el 80% de las empresas se acercan a las transiciones de liderazgo de manera reactiva, esperando lo mejor en lugar de prepararse para lo inevitable.

La marea creciente de transiciones

El desafío solo está creciendo. Con 10,000 Baby Boomers que se retiran todos los días, el volumen de transiciones de liderazgo se está acelerando. Al mismo tiempo, las organizaciones están navegando por turbulencias en la cima:

  • El 33% de los líderes nuevos en el rol carecen de confianza en su capacidad para tener éxito.
  • El 43% de los ejecutivos experimentó la rotación de más de la mitad de su equipo de liderazgo en el último año.
  • El 56% de los líderes reportan burnout, especialmente entre la Generación X y los Millennials.
  • El 31% de los líderes sénior no confían en que su equipo de liderazgo se desempeñe en los primeros 12 meses

En este contexto, es fundamental evitar errores en las transiciones de liderazgo.

Seis errores comunes (y cómo evitarlos)

#1: Subestimar el impacto en los compañeros

Cuando un líder senior se va, no se puede subestimar el efecto dominó en sus compañeros. Estos ejecutivos han generado confianza, colaboración y, a veces, incluso lealtad personal a lo largo de los años. Una salida desorganizada o polémica, especialmente si el líder se siente expulsado o tratado injustamente, puede generar miedo y resentimiento en todo el equipo de liderazgo.

Solución: Las organizaciones deben reconocer que las transiciones de liderazgo no se tratan solo de la partida individual, sino también de la estabilidad de los que se quedan. La comunicación transparente, la desvinculación digna y el trato justo preservan la confianza de los compañeros y minimizan el riesgo de salidas en cascada.

#2: Pasar por alto los riesgos comerciales

Las salidas de liderazgo son eventos públicos. Las partes interesadas (colaboradores, clientes, inversores e incluso los medios de comunicación) examinan cómo se gestionan. Una transición confusa puede dañar la reputación de la marca, debilitar las fuentes de talento y alterar la moral del equipo.

Solución: Tratar las transiciones de liderazgo como riesgos empresariales. Comunique primero los cambios de liderazgo internamente, si es posible, teniendo en cuenta la sensibilidad del mercado. Desarrolle planes de comunicación claros para tranquilizar a las partes interesadas, proteger la marca del empleador y estabilizar las operaciones. Al gestionar de manera proactiva las narrativas internas y externas, las organizaciones pueden convertir una crisis potencial en una demostración de fortaleza.

#3: No establecer un equipo de transición

Con demasiada frecuencia, las transiciones de liderazgo se dejan en manos de RRHH o de la junta directiva sin una estructura clara. Pero estos eventos son demasiado importantes para manejarlos ad hoc. Sin un equipo dedicado y una agenda, la ambigüedad y la confusión se apoderan de él, alimentando el estrés y ralentizando el impulso.

Solución: Establecer un equipo de transición multifuncional responsable de garantizar una transición ordenada. Esto debe incluir la planificación de la sucesión, la transferencia de conocimientos, las comunicaciones y la incorporación. La contratación de asesores externos puede proporcionar objetividad y ayudar a aliviar las tensiones en ambos lados de la transición.

#4: Ofrecer servicios de recolocación estándar

Los ejecutivos no son como otros colaboradores cuando se trata de transiciones profesionales. Sus opciones son más amplias (junta directiva, capital de riesgo, espíritu empresarial, carreras de portafolio) y hay más en juego. Los programas de recolocación estándar simplemente no abordan esta complejidad.

Solución: Proporcionar a los líderes sénior un apoyo de transición personalizado adaptado a su experiencia, redes y objetivos. Hacerlo no solo honra sus contribuciones, sino que también los posiciona como posibles embajadores de la marca y aliados a largo plazo.

#5: No mantener discusiones de sucesión

La planificación de la sucesión a menudo se siente tabú. Los ejecutivos pueden interpretarlo como una falta de confianza en su desempeño o resistirse a la conversación por completo. Pero evitar el problema deja a las organizaciones expuestas y sin preparación.

Esta reticencia es especialmente problemática dado que el 56% de los líderes, particularmente la Generación X y los Millennials, informan burnout. Sin una planificación proactiva, las salidas repentinas debido al estrés o la falta de compromiso pueden sorprender a la organización.

Solución: Normalizar las discusiones de sucesión como parte del desarrollo del liderazgo, no como una conversación al final de la carrera. Proporcionar a los líderes sénior recursos de asesoría y planificación de carrera que hagan que estas discusiones sean constructivas en lugar de amenazantes.

#6: Perder el valor de la influencia

Los líderes salientes tienen una inmensa influencia, no solo internamente, sino también externamente con clientes, analistas, proveedores y medios de comunicación. Un mal manejo de su salida corre el riesgo de perder esta buena voluntad.

De hecho, muchos líderes no se «retiran» realmente. Nuestra investigación muestra que el 56% de los ejecutivos de la generación baby boomers planean iniciar un negocio o asumir un nuevo rol fuera de su empresa dentro de tres años. Sin una transición positiva, las organizaciones corren el riesgo de convertir a los ex ejecutivos en competidores en lugar de defensores.

Solución: Replantear las salidas como oportunidades para extender las relaciones. Involucrar a los líderes salientes como asesores, mentores o embajadores, asegurando que su influencia externa continúe fortaleciendo la marca.

Convertir el riesgo en impulso

Las transiciones de liderazgo no tienen por qué ser momentos de disrupción. De hecho, cuando se manejan estratégicamente, pueden convertirse en oportunidades de crecimiento. Las organizaciones que las gestionan bien:

  • Capturan el conocimiento institucional antes de que salga por la puerta.
  • Fortalecen la continuidad y la cultura durante el cambio.
  • Preparan a los nuevos líderes con contexto, asesoría y confianza.
  • Posicionan a los líderes salientes como embajadores y mentores

Como dijo John Morgan, President of Career Transition, Career Mobility and Leadership Development & Coaching de LHH: «No se trata simplemente de reemplazar a alguien, sino de transferir el criterio, mantener el contexto estratégico y garantizar una continuidad de liderazgo sólida y confiable«.

Boletín de Recolocados septiembre 2025

22 Sep 2025

Felicitamos a quienes han finalizado su proceso de recolocación junto a LHH. A través de su compromiso y perseverancia, hoy se integran a nuevas oportunidades laborales, marcando el inicio de una nueva etapa profesional.

¡Bienvenidos a nuestra red Alumni y muchas felicitaciones por este logro!

Lo Indispensable de la Reinvención: Cómo la IA está remodelando los empleos, las carreras y las estrategias de talento

20 Aug 2025

Estamos en una etapa de transformación profesional donde la IA impulsa cambios más rápidos de lo que muchas personas pueden asimilar. Aunque pocos atribuyen directamente sus desvinculaciones a la IA, casi la mitad de los líderes empresariales ya han reducido personal por su impacto, evidenciando que las organizaciones evolucionan más rápido que la capacidad de adaptación individual.

Las personas desplazadas enfrentan más dificultades para reemplearse y, en su mayoría, deben aprender nuevas habilidades por cuenta propia. Sin embargo, lejos de resignarse, muchos profesionales están iniciando carreras completamente nuevas, reflejando que la reinvención dejó de ser una excepción para convertirse en la norma.

Esto plantea un desafío para las empresas: no basta con reestructurar, es necesario acompañar a las personas con propósito, combinando coaching, modelos de talento basados en habilidades y herramientas que les permitan explorar nuevos caminos. La oportunidad no está solo en gestionar la disrupción, sino en preparar a las personas para lo que viene, integrando la visión humana con la inteligencia artificial y la recapacitación estratégica para impulsar el crecimiento conjunto.